Se puede vivir más joven de lo que somos. Seguro que todos conocemos a personas muy jóvenes que parecen y se sienten viejas y otras muy entraditas en años que aparentan 20 o 30 años menos, y no solo físicamente, pueden ser psicológica o biológicamente más jóvenes.  

A mí se sigue sorprendiendo gratamente ver a mi madre de 97 años hablar y arreglarse con la misma ilusión como el ser joven que se siente por dentro, sin identificarse con la edad de la mujer que refleja en el espejo. Aunque mi sorpresa sobre lo de vivir más joven es cada vez menor porque somos muchos los que sentimos que nuestra verdadera edad, (la de nuestro ser más íntimo) no tiene que ver con la del carnet de identidad.  

Es una especie de traición desorientadora de nuestra verdad interna cuando nos miramos en el espejo. Y creo que si nos sentimos invencibles o inmortales es porque, en lo más profundo de nuestro ser, en realidad lo somos.

Las escrituras religiosas están impregnadas de afirmaciones sobre la inmortalidad del alma, pero el dominio del espíritu para nada es un dominio religioso. Es nuestro dominio más íntimo y personal, aquel que nos encontramos en nuestros momentos más profundos de realización e introspección, por ejemplo en meditación. 

Tú eres inmortal y puedes vivir más joven

La materia es relativa y por eso está sujeta a descomposición, por lo que nuestros cuerpos no son inmortales. Sin embargo, nuestra alma trasciende el plano material y no está sujeta a sus leyes, es absoluta, inmutable e inmortal.

Conozco muchas personas que han tenido la experiencia del campo absoluto e infinito en su nivel más profundo y rechazan sin titubeos cualquier afirmación de que somos solo nuestros cuerpos. Es decir que no estamos condenados a la decadencia, la enfermedad y la muerte. 

Sin embargo, otras personas que no han tenido experiencia de conexión con su ser interior ni indicios de su inmortalidad, obviamente rechazan la idea de que existe un nivel profundo de sí mismos que sobrevivirá a su cuerpo.

Algunas personas a lo largo de la historia han tratado de encontrar formas de escapar de la mortalidad intentando hacer inmortales sus cuerpos físicos. Y podríamos hablar tanto de la ficción como de la historia y los planes transhumanistas, que obviamente no forman parte de nuestro proyecto en pro de la humanidad. 

Hay registros de buscadores de vida terrenal eterna. Sin ir más lejos en India, 3000 años a.C. se utilizaba el Kaya Kalpa, la base del Programa Panchakarma y del Programa Rasayana o Rejuvenecimiento del Ayurveda (de este último hablaremos más en próximos blogs).  

Y es que cuando sentimos la disparidad entre nuestro espíritu siempre joven y nuestro cuerpo sometido a las leyes físicas, tratamos de reflejar el aspecto eterno de nuestro ser tanto como nos lo permita la Madre Naturaleza. Pero valorando y cuidando siempre nuestras privilegiadas capacidades humanas. 

Otro método con el que conseguirás vivir más joven es la Meditación Trascendental.

Meditación Trascendental y reversión del envejecimiento

Cuando practicas la técnica de la Meditación Trascendental, elevas tu nivel de conciencia al conectar con la fuente de energía infinita dentro de ti. Pero también, descubres con el tiempo, que te ayuda a retardar, evitar o minimizar los inconvenientes que la mayoría de las personas experimentan al envejecer.  

Ahora, la tecnología moderna está revelando nueva información sobre los fundamentos del envejecimiento.

Un estudio publicado en la revista “Nature” usó la enzima telomerasa (1) para detener y revertir el proceso de envejecimiento en ratones prematuramente envejecidos. El descubrimiento del papel que juegan los telómeros en la reproducción celular le valió a Elizabeth Blackburn, junto a su colega Elissa Epel, el Premio Nobel de Medicina 2009. Su libro “La solución de los telómeros: Un acercamiento revolucionario para vivir más joven, más sano y más tiempo” es lo que ha inspirado el título de este artículo. 

Blackburn demuestra cómo la calidad del sueño, el ejercicio, la alimentación, incluso ciertos productos químicos afectan a nuestros telómeros. Y cómo el estrés crónico, los pensamientos negativos, las relaciones tensas o los lugares peligrosos pueden acortarlos.  

Un estudio publicado en PLOS ONE encontró que la técnica de Meditación Trascendental parece estimular los genes que producen la telomerasa. Específicamente, se descubrió que la Meditación Trascendental ayuda a activar dos genes que codifican la telomerasa, que agrega moléculas a los extremos de los cromosomas o telómeros, protegiéndolos del deterioro. 

“El hallazgo de que la expresión del gen de la telomerasa aumenta, y que esto se asocia con una reducción de la presión arterial en una población de alto riesgo, sugiere que este puede ser un mecanismo por el cual la reducción del estrés mejora la salud cardiovascular”, dijo Robert Schneider, MD, FACC, coautor del estudio.

1- Una enzima asociada con la reducción de la presión arterial, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad.

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